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Con alrededor de 175 millones de personas viviendo ahora fuera de sus países de origen, las remesas de los migrantes están emergiendo como una nueva estrategia para aliviar la pobreza en los países en desarrollo. 1 Proporciona valiosos recursos financieros a los pobres y ayuda a "estabilizar los ingresos irregulares y crear capital humano y social" (Banco Mundial).

Solo en Filipinas, casi el 10% de la población trabaja en el extranjero. El país se ha convertido en el tercer país de origen de migrantes después de México e India, con más de 7.5 millones de filipinos que residen y / o trabajan en el extranjero. En 2003, se registró que US $ 7.600 millones en remesas fluyeron a través de canales formales a Filipinas. Pero se cree que esta cantidad es solo la mitad de lo que realmente se envía o recibe debido a las transferencias de dinero realizadas a través de canales no regulados. 2 Desde hace más de tres décadas, los trabajadores extranjeros se han convertido en el pilar de la economía.

Si las remesas son de hecho una herramienta vital para crear riqueza en las condiciones más pobres, ¿por qué la economía de Filipinas, que alguna vez fue una de las más fuertes de Asia, ahora se ubica casi al final? ¿Cómo ayudan exactamente las remesas a las familias de los migrantes en sus países de origen?

Las remesas tienen un impacto directo en las familias, así como un impacto indirecto en el país. La situación económica de muchos filipinos ha mejorado porque sus sostén de familia habían ganado salarios en el extranjero muchas veces superiores a los que podrían haber ganado en Filipinas. A lo largo de los años, una proporción significativa de familias filipinas ha dependido de las remesas extranjeras o los ingresos del extranjero como principal fuente de ingresos. Las remesas se destinan luego al consumo familiar: educación, salud, vivienda, etc. Este comportamiento consuntivo tiene sus efectos multiplicadores que contribuyen al desarrollo humano. La migración también alivia la carga del gobierno de Filipinas al lidiar con una alta tasa de desempleo que recientemente alcanzó el 12,4%, mientras que las remesas actúan como un amortiguador para los déficits de la balanza de pagos y las reservas del país en tiempos de crisis.

Donde se reconoce la importancia de las remesas para reducir la pobreza, una dependencia excesiva de la "diáspora" dejó sus desventajas sin examinar. La pregunta sigue siendo si los beneficios de la migración compensan los costos del país de origen, como la fuga de cerebros y los trastornos sociales de las familias. La fuga de los mejores y más brillantes —trabajadores, ingenieros, maestros y empresarios, madres y padres— laboriosos y calificados de un país de origen reduce la capacidad del país para el crecimiento económico y el desarrollo humano a largo plazo. Para los países de la OCDE en su conjunto, hay alrededor de 3 millones de migrantes con educación terciaria. Se ha sugerido que si cuesta, digamos, 20 000 dólares EE.UU. educar a alguien a este nivel, entonces la riqueza total transferida de los países pobres a los países ricos es ahora de aproximadamente 60 000 millones de dólares EE.UU.

La dependencia de la exportación de Ayuda del gobierno personas también presenta un riesgo moral. El grueso de las remesas enviadas a las familias se utiliza en exceso para comprar bienes de consumo en lugar de destinarse a actividades productivas o proyectos de inversión. El gobierno filipino, en lugar de crear los puestos de trabajo necesarios para mantener el crecimiento de la población, ayuda a encontrar trabajo en otros países, anima a los trabajadores a ir al extranjero y procesa algunas solicitudes de empleo. El gobierno invierte poco dinero en manufactura, educación y salud. 5 Las entradas de remesas permiten al gobierno posponer reformas dolorosas pero necesarias en la gobernanza, mejorar la distribución del ingreso a través de medidas directas de equidad y hacer frente a la necesidad de control de la población.

En el horizonte de las fronteras abiertas, donde la mano de obra se ha movido y se ha dispersado, el país anfitrión solo ha sentido beneficios. Los trabajadores migrantes y extranjeros no solo habían compensado la escasez de mano de obra calificada y no calificada, sino que también contribuían a la economía local como consumidores e inversores, incluso contribuyentes. A pesar de estos efectos positivos en la economía receptora, la movilidad laboral internacional se ve severamente restringida.

Debajo de la superficie de la ayuda exterior pública

La ayuda exterior pública se ha considerado durante mucho tiempo una herramienta para promover el crecimiento económico en los países en desarrollo. Desde 1951, los países occidentales han dado a los países en desarrollo más de 1 billón de dólares en ayuda económica y humanitaria. Los montos de las ayudas han aumentado constantemente en los últimos años. En 2004, se informó que la asistencia oficial para el desarrollo a los países pobres alcanzó su nivel más alto hasta la fecha.

Algunos países ricos a menudo incluyen gastos no relacionados con la ayuda en las estadísticas oficiales de asistencia para el desarrollo, para impulsar artificialmente las cifras de AOD. Ejemplos de esto incluyen contar el alivio de la deuda y clasificar los costos relacionados con la inmigración dentro del país donante como asistencia para el desarrollo, o incluir los gastos relacionados con los refugiados en las cifras de la ayuda al desarrollo. 14

Un número significativo de personas de países ricos ha tenido dudas sobre la eficacia de la ayuda exterior, incluidas las preocupaciones sobre gobiernos extranjeros corruptos. Sin embargo, si toda la burocracia en el sistema de ayuda exterior pública continuará motivando su distribución, así como las prácticas de formas ineficientes de ayuda, ¿cómo podría realmente la ayuda al desarrollo ayudar a avanzar hacia la meta del Milenio?

¿Podrían cruzarse la ayuda exterior pública y la privada?

La tendencia de la migración y las remesas debido a una economía en crisis ilustra el concepto del problema del conocimiento: la compleja cuestión de cómo elegimos organizarnos y utilizar los recursos para mejorar nuestra situación15; la idea de derechos de propiedad: el conjunto de derechos que no se limita a bienes físicos como la tierra u otras posesiones, sino que también incluye el trabajo y la propiedad intelectual16; y un ejemplo de lo que los filósofos han llamado orden espontáneo, donde es innecesario tener una comprensión de los fenómenos económicos para tener una cooperación social coordinada que conduzca al progreso económico.

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